Aunque la variante ómicron ha demostrado que es de alta contagiosidad, pero menos grave que formas anteriores de la enfermedad, la población en general debe mantener las medidas de distanciamiento social, evitar aglomeraciones y vacunarse para reducir el ritmo de nuevas infecciones
La nueva variante del COVID-19, ómicron, ha sido detectada en un 58,5% de los casos globales analizados en laboratorios, superando a la variante delta y convirtiéndose en la dominante a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta variante del coronavirus ha demostrado que es de alta contagiosidad, pero menos grave que formas anteriores de la enfermedad. Sin embargo, la OMS ha resaltado que los riesgos sanitarios del ómicron siguen siendo altos debido a que puede producir un aumento en las hospitalizaciones y muertes en poblaciones vulnerables.
Los primeros caso de ómicron detectados en Venezuela fueron anunciados a mediados del mes de diciembre por el gobernante Nicolás Maduro y, desde ese entonces, los números han crecido. Incluso, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que de no tomarse los cuidados necesarios, esta variante podría llegar a ser predominante en Venezuela en los próximos meses.
De acuerdo con la la directora de la OPS, Carissa Etienne, esta nueva ola de infecciones supondrá un reto para los sistemas de salud de la región.
“Esta variante está creando dificultades para la fuerza laboral en el tema de salud, en estados insulares más pequeños, nuestros profesionales están abrumados con los casos nuevos”, lamentó.
En claves, estos son parte de los retos que enfrentan los sistemas de salud con la variante ómicron:
- En los últimos siete días, 17 países han notificado aumentos mayores al 50% en ingresos hospitalarios respecto a la semana anterior
- Países como Cuba, Curazao, Surinam y Guayana Francesa, entre otros, han sufrido un aumento relativo del 100% o más de hospitalizaciones.
- De acuerdo con un estudio de la OPS, un 22% de los profesionales de la salud han sufrido episodios de depresión.
- Gracias a las vacunas, las muertes por COVID-19 no aumentan con la ola actual de infecciones, según la misma organización.
- Los países deben continuar con las campañas de vacunación para que todos los profesionales de la salud estén vacunados con el esquema completo y un refuerzo, además de dotarlos de mascarillas buenas y eficientes que ayuden a evitar contagios en este sector de la población.
- Asimismo, la población en general debe mantener las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento social, evitar las aglomeraciones y vacunarse para reducir el ritmo de las nuevas infecciones.
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